6 de noviembre de 2014

Otoko


Ejercicio: escoger un personaje e invertir alguno de sus rasgos definitorios.

"Otoko había guardado varios bocetos de su bebé muerto. Pasaban los años, pero ella mantenía su intención de utilizarlos para un cuadro que se intitularía Ascensión de un infante. Había hojeado muchos libros de arte occidental en busca de cuadros de querubines y del Niño Jesús, pero aquella rolliza lozanía parecía poco apropiada para su dolor" (Kawabata, Lo Bello y lo triste, 1965)

"El parque está lleno de locos, pero mi persona loca favorita, dice el baobab, es una mujer con los brazos larguísimos que vino una vez a hablar conmigo. [...] Era o había sido pintora, y se llamaba Otoko" (Zambra, La vida privada de los árboles, 2007)